No soy un fracasado
Muchos de nosotros deseamos convertirnos en la mejor versión, pero cuando nos damos cuenta de que requiere disciplina y perseverancia automáticamente nos rendimos.
Elegimos de manera casi inmediata el fracaso y siendo honesto no hay nada más fácil que rendirse. Preferimos la comodidad de no ser disciplinados aun sin saber el resultado que puede causar la disciplina en nuestras vidas.
Nos nublamos a la idea de que no podemos cambiar, no podemos aprender, no podemos superar el momento difícil, subestimándonos y haciendo parte de una incompetencia social colectiva.
Esto se puede resumir en que creemos que no somos lo suficientemente capaces de lograr lo que queremos. Ya sea por pereza o miedo.
¿Cuánto más tiempo queremos vivir en esa situación? Porque lo único que garantiza el fracaso en nuestras vidas es dejar de intentarlo.
Quiero ser claro diciendo que no porque estemos luchando con situaciones en nuestras vidas significa que ya fracasamos. No somos unos fracasados porque aún estamos buscando la manera de superar el momento difícil, aún permanecemos porque tenemos la esperanza de que podemos ser mejores.
De hecho la pregunta correcta sería si ¿Estamos dispuestos de pagar el precio para alcanzar el sueño que queremos? Sea cual sea el sueño si es un sueño entonces es importante.
Hasta ahora todo lo que he explicado suena a un discurso bastante emotivo pero siendo honesto con ustedes chicos es bastante difícil ser disciplinado y perseverante ¿No?
Muchas veces me propongo a hacer algo y nunca lo termino, o ser mejor persona y termino siendo un desastre, de hecho muchas veces llego a lo profundo del hoyo y me pregunto si podré superarlo, si podré lograrlo, si podré cambiar.
Y en medio de esa incertidumbre una herramienta que me ha ayudado a seguir perseverando ha sido la oración.
A veces no tenemos la suficiente energía para seguir, o la suficiente fe para creer, pero mientras oramos entendemos que nuestra fuerza viene de Jesús que su gracia, favor y misericordia está sobre nosotros y nos anima a persistir.
Al fin de cuentas como siempre les he dicho “Jesús es la persona más interesada en invertir en nosotros”
Así que recuerden que perseverar y ser disciplinado no es fácil, que Jesús nos anima y nos recuerda que “En Cristo todo lo podemos” y no porque estemos luchando con situaciones en la vida quiere decir que somos unos fracasados.
Fracasados son los que dejaron de intentarlo.